Ca-Minando Fronteras sigue defendiendo los derechos de las víctimas y sus familiares en los actos conmemorativos organizados en España y Camerún.
En 2024 se cumplen 10 años de la masacre de Tarajal. Una década acompañando a las familias de las víctimas que siguen exigiendo justicia ante uno de los hechos más escandalosos y crueles que ha dejado la necropolítica en las fronteras del Estado español.
Este año, el colectivo Ca-Minando Fronteras se ha unido a otras organizaciones para reivindicar que se respeten los derechos de las víctimas y sus familias, que siguen reclamando al Estado español la posibilidad de acceder a los cuerpos de sus hijos y hermanos, y de identificarlos enterrándolos según sus creencias.
Desde Madrid hasta Douala pasando por Algeciras, hemos estado presentes en los diferentes actos de protesta y conmemoración organizados para denunciar los hechos del 6 de febrero de 2014, y honrar la memoria de los muertos que continúan siendo revictimizados hoy en día.
Durante el sábado 3 de febrero participamos en la marcha organizada en Ceuta donde se peregrina hasta la playa de Tarajal. Siempre es especialmente duro acercarse al lugar donde se produjo la masacre de la que nuestra organización fue testigo en su momento, y elaboró un informe sobre los hechos que se aportó al procedimiento penal.
El domingo día 4 de febrero, la asociación de familias de las víctimas volvían a reunirse en Douala para exigir su derecho a visitar las tumbas donde sus familiares habían sido enterrados, a que se les identifique respetando su dignidad, y a recuperar sus restos mortales. Durante la conmemoración explicaron la importancia que tiene en su cultura el acceso a los restos de sus seres queridos para hacer el duelo y poder despedirse de ellos. “Déjenme ver la tumba de mi hijo. ¿También eso me lo vais a negar?”, decía un padre en uno de los vídeos exigiendo justicia y reparación a las autoridades españolas.
El martes 6 de febrero comenzamos la jornada a las 7:30h de la mañana, la hora a la que empezaron los disparos con balas de goma contra un grupo de personas indefensas que nadaban intentando llegar a la playa. A esa misma hora, nos concentramos frente al Congreso de los Diputados y reprodujimos los estremecedores audios grabados en Tarajal durante aquellos angustiosos minutos. El sonido de las detonaciones pudo escucharse de forma nítida para evidenciar la extrema violencia que sufrieron las víctimas. El acto concluyó colocando una vela por cada una de las 14 víctimas en señal de recuerdo y conmemoración.
Doce horas después, a las 19:30h, volvimos a escuchar los disparos en la Plaza de Lavapiés, donde el mensaje “No olvidamos” estaba escrito con velas en el centro de la plaza. Tras la reproducción de los audios, varias personas tomaron la palabra en representación de diferentes colectivos para explicar las injusticias provocadas por el racismo institucional en las políticas de frontera.
Al día siguiente, nuestra compañera Helena Maleno intervino en el Parlamento Europeo en Estrasburgo ante los grupos de la izquierda, y realizó una rueda de prensa posterior. Allí, trasladó nuestra propuesta de declarar el día 6 de febrero como Día Europeo de las Víctimas de las Fronteras, en memoria por la masacre. Explicó cómo Tarajal había supuesto un antes y un después en las políticas de muerte ejecutadas desde la Europa fortaleza, poniendo en valor la lucha de las familias como futuro de resistencia. Bouyaghi Diambou, hermano de una de las víctimas de las fronteras en 2023, exigió procesos de verdad, reparación y justicia a las autoridades. Además, se unió a la lucha de miles de familias que claman por una defensa de la vida en los territorios fronterizos.
Esta extensa semana de eventos terminó para nosotros con la proyección en Algeciras del documental “Tarajal, transformar el dolor en justicia”. Un trabajo que, a día de hoy, sigue tan vigente como el día que lo grabamos.