La Organización Mundial Contra la Tortura señala a España y Marruecos por criminalizar a Helena Maleno

La organización internacional denuncia una «tortura sistemática» contra la defensora de DDHH española y su familia en un informe sobre la criminalización de la solidaridad en Europa.

Ginebra – París, 15 de noviembre de 2021 – La OMCT (Organización Mundial Contra la Tortura) ha publicado esta mañana los resultados de su informe «Europa: Cerco a la Solidaridad», en el cual se analizan los patrones de criminalización a la solidaridad por medio del hostigamiento, el acoso y la tortura a las personas defensoras de los derechos de las personas migrantes. Entre los casos mencionados en el informe, ocupa un lugar destacado el de Helena Maleno, defensora de derechos humanos española que, durante los últimos años, se ha enfrentado a diversos procesos de criminalización policial por parte de las autoridades de los Estados español y marroquí.
 
El informe, elaborado por la OMCT junto a la FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos), incluye la realización de 20 entrevistas a personas defensoras residentes en 11 países de la UE, así como multitud de encuentros con plataformas ciudadanas que actúan a nivel europeo y mundial. La investigación ha detectado y denunciado tres patrones recurrentes y sistemáticos en los procesos de tortura contra las personas migrantes y las defensoras de sus derechos: la intensificación de mensajes y discursos de odio, la obstaculización de la labor de las defensoras y, en último término, su persecución y criminalización penal.
 
«Yo he sido torturada de forma sistemática, porque yo he sido investigada en mi vida privada desde el año 2012, por la Unión Europea, por el Estado español y por Marruecos», sentencia Helena Maleno en el informe. OMCT y FIDH señalan en el mismo los ataques realizados por Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) y la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales) de la Policía Nacional española para perseguir y criminalizar a Helena Maleno a causa de su labor de defensa de derechos. Las amenazas, vulneraciones y hostigamientos sufridos alcanzaron un nivel extremo de violencia con su deportación de Marruecos y regreso forzoso a España a inicios del año 2021, en una operación conjunta entre las autoridades ministeriales de ambos Estados.
 
El caso de Helena Maleno es el más conocido de criminalización a la solidaridad dentro de España, pero la suya se suma a otras decenas de historias similares en otros países europeos, como la condena de 13 años de cárcel para el ex-alcalde Domenico Lucano por sus acciones de acogida de migrantes en el sur de Italia, o la criminalización como traficantes de siete guías de montaña en Francia y Suiza por asistir a personas migrantes bloqueadas en la nieve en pleno invierno.
 
La persecución jurídica y social de las personas defensoras de derechos en Europa se lleva produciendo durante la última década, en un contexto de reducción progresiva de derechos humanos y del espacio de la sociedad civil en todo el continente europeo. Para Alexis Deswaef, de la FIDH, «esta situación va en contra de los valores fundamentales en los que se basa la Unión Europea, como el respeto de los derechos humanos y la dignidad, la igualdad, la tolerancia y por supuesto la solidaridad», por lo que ha instado a la UE y los Estados miembros a «revisar su enfoque de la migración, situando los derechos humanos en el centro, y reconociendo el papel fundamental de la sociedad civil para garantizar su respeto».

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