En las primeras horas del sábado 28 de septiembre, Caminando Fronteras recibió las primeras llamadas de familiares alertando sobre un cayuco que navegaba a la deriva frente a las costas de El Hierro. Según las informaciones facilitadas por supervivientes y familiares, la embarcación había salido de Mauritania con 90 personas a bordo, procedentes de Mali, Senegal y Mauritania. El motor de la embarcación se paró cuando ya divisaban las luces de la isla.
Inmediatamente, Caminando Fronteras notificó a los servicios de salvamento, que acudieron al rescate y pudieron localizar la embarcación. Sin embargo, horas más tarde nos confirmaban que solo 27 personas habían sobrevivido; el resto de las 63 personas murieron, produciéndose la tragedia más terrible en las costas de Canarias en los últimos 30 años. Hasta el momento, solo nueve cadáveres han sido recuperados.
Foto: Gelmert Finol (EFE)
Racismo institucional: una realidad que denunciamos
En tragedias con víctimas múltiples como esta, existen protocolos y recursos para atender tanto a los supervivientes como a los familiares de los fallecidos. Desgraciadamente, cuando las víctimas son migrantes, esos protocolos no se aplican. Esta situación muestra el racismo institucional que Caminando Fronteras viene denunciando en los últimos años en los territorios de frontera.
Mecanismos de asistencia y justicia para las víctimas y sus familias
Es imprescindible que el Estado español ponga en marcha los siguientes mecanismos para garantizar los derechos de las víctimas y sus familiares:
- Investigación independiente.
Cuando ocurre algún accidente de esta magnitud, se debe llevar a cabo una investigación independiente para esclarecer las causas. Este es un derecho derecho fundamental para las familias y las propias víctimas.
- No enterrar los cuerpos hasta que los familiares hayan podido identificarlos.
Es fundamental que los cuerpos no sean enterrados antes de que los familiares puedan identificarlos. Actualmente, Caminando Fronteras está trabajando en la búsqueda de familiares que puedan identificar los cuerpos con todas las garantías, pero este esfuerzo será en vano si las autoridades deciden enterrar los cuerpos de inmediato. Entendemos que en zonas como El Hierro, como ha sucedido anteriormente con Ceuta y Melilla, no hay medios suficientes para poder guardar los cadáveres, pero en circunstancias excepcionales como estas podrían ser trasladados a otros lugares para dar tiempo a las familias a identificar y poder decidir sobre el enterramiento de sus seres queridos.
- Facilitar mecanismos para que los familiares puedan realizar los trámites necesarios para identificar a las víctimas.
Exigimos que se activen mecanismos previstos en la normativa, aunque solo se pongan en marcha de forma excepcional y fruto de la presión de la sociedad civil, incluyendo:
- Expedir visados humanitarios para que los familiares puedan viajar desde sus países de origen hasta Canarias para colaborar en la identificación de los cuerpos.
- Permitir la entrega de muestras de ADN en las embajadas españolas para que los familiares que no puedan desplazarse, también puedan participar en la identificación.
Foto: Gelmert Finol (EFE)
La importancia de garantizar los derechos de las familias
Tras la tragedia, es necesario habilitar medios para seguir recuperando el máximo número de cuerpos. Además, se deben facilitar mecanismos que asistan a las familias y ayuden a los profesionales encargados de la identificación de los fallecidos. Las familias no pueden verse sometidas a un proceso de revictimización. Es imprescindible garantizarles acceso a la verdad, permitiéndoles identificar y recuperar los cuerpos de sus seres queridos para cerrar su herida y poder llorarlos con dignidad.
Caminando Fronteras seguirá luchando por los derechos de las personas migrantes, denunciando el racismo institucional y exigiendo que se cumplan los protocolos de justicia y humanidad que corresponden en estas trágicas circunstancias.